“El Sueño de la Tierra” representa el soñar despierto, una aparición lírica surgida de la mente del artista peruano Alberto Quintanilla del Mar. Sus visiones se nutren de la iconografía y la mitología sudamericana. En este cuadro, una mujer durmiendo plácidamente en una cama simboliza la Tierra (Madre?) mientras que la Música, personificada por una criatura de dos cabezas, parece tocarle, con una flauta, una suave melodía. Un perro, también bicéfalo y con alas, sobrevuela la escena. Podemos encontrar este mismo tema en otra obra de Quintanilla titulada “Moskoy” presentada en la exposición retrospectiva del pintor que tuvo lugar en la sede de la UNESCO en París durante el mes de noviembre de 2012.

El artista narra una fábula onírica sin quitarle refinamiento i sobriedad a la composición. El tamaño importante del cuadro permite al espectador entrar en el sueño del artista, sumergido por los matices saturados de rosa y los azules profundos. El cielo ocupa la mitad de la pintura pero Quintanilla del Mar utiliza tonalidades variadas para mantener atento el ojo del público. La pincelada es ligera y vaporosa, difuminada alrededor de los personajes para rendir mejor la sensación de tranquilidad, de torpor. Los protagonistas parecen entonces formar una sola identidad, unidos por la misma gama cromática.
Los personajes bicéfalos aluden principalmente a la noción andina de la dualidad y son una constante en su obra pictórica, gráfica y escultórica. Sus composiciones sencillas quieren transmitir ante todo el lenguaje figurativo de la tradición Inca. Proclamándose como un portavoz contemporáneo de su pueblo y de su cultura milenaria, el “Sueño” de Quintanilla ha sido elegido para formar parte de la colección de obras de arte de la UNESCO en noviembre de 2012.