La aguja del tiempo ha pasado como una lágrima transparente El molino que dejé ha cesado de dar vueltas El río de tanto llorar solo murmura Todo me parece pequeño, la iglesia, su sacristán y el cura se fueron para siempre los pocos amigos también El tren pasa de largo no hay perro que ladre el nombre de la estación desapareció A veces me pregunto: Si soy o no soy.