El niño cantándole al sol el lobo hambriento lo mira con ojos luminosos, dando reflejos El hambre sigue su curso el niño sigue con su bella canción mirada sonriente tonos suaves El sol se deleita Igualmente quienes lo rodean la gente se entusiasma el lobo hipnotizado hambriento se pone a cantar el lobo sublima su hambre. 1970.
Caracas (Venezuela).